Cuidado de las Velas
Cuidar una vela adecuadamente prolongará su vida útil y garantiza una experiencia de uso seguro, eficaz y más duradera.
Debido a las propiedades del bajo punto de fusión de la cera de soja, las velas requieren de una temperatura más baja para derretirse. Como resultado podemos quemarla durante un tiempo más corto hasta obtener el llamado piscina, es decir, cera disuelta en todo el diámetro del recipiente. En este momento es cuando la vela empieza a desprender todo su aroma y podemos disfrutar de todos sus beneficios. Además al tener una combustión lenta, nuestras velas durarán hasta 3 veces más que una vela convencional de parafina.
No olvides que para apagar cualquier vela, lo ideal es cortar el suministro de aire con un apagador o una simple tapa. De esta manera prolongaremos la vida de la mecha evitando que desprenda humo y hollín.
Para su almacenamiento se recomienda colocarlas en un lugar seco, fresco y sin acceso a la luz solar directa.
Aquí te mostramos 3 puntos importantes a seguir para disfrutar tu vela (no aplicable a las velas de té) y pictogramas de advertencia sobre el uso.
1
En el primer uso deja que la vela se queme hasta que la capa superior se derrita completamente. Esto ayuda a evitar la formación de túneles en la cera y promueve una quemadura más uniforme en usos posteriores.
2
En posteriores encendidos, recorta la mecha de la vela retirando la punta quemada (unos 5mm aprox), para mantener la cera limpia, un quemado bueno y una llama estable.
3
No dejes que la vela se queme durante más de 3-4 horas seguidas. Esto puede causar que la mecha se queme demasiado y se produzca humo negro. Apaga la vela y deja que se enfríe antes de volver a encenderla.
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